El joven enólogo de Petra Arnau Galmés presenta sus primeros vinos
u G a l m é s p r e s e n t a s u s p r i m e r o s v i n o s
Los nuevos profesionales renuevan el trabajo de los cellers con estudios técnicos.
Los nuevos profesionales renuevan el trabajo de los cellers con estudios técnicos.
Las bodegas de Petra siguen avanzando en su investigación para dar forma y sabor a nuevos caldos. Uno de los establecimientos con más solera de la población; Can Mec, acaba de embotellar sus primeros vinos jóvenes con la marca de los apellidos de la casa, Galmés Ferrer, un una experiencia que conjuga por primera vez la tradición de la casa con las nuevas técnicas de investigación y cultivo vitivinícola.
Los nuevos vinos se ponen a disposición del consumidor como resultado del primer trabajo práctico de benjamín de la casa, Arnau Galmés Ferrer, quien, decidido a seguir la tradición familiar, a sus veinticuatro años ha finalizado su graduación en enología en la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Los vinos se han presentado en sus tres variedades tradicionales, blanco, negro y rosado. El joven enólogo explica las características de sus primeros productos indicando que en su primera experiencia comercial ha trabajado con uvas propias de la isla. Para el vino blanco ha recurrido a la variedad autóctona de prensal. Se trata de un vino muy suave y preparado a baja temperatura para que pueda conservar todos sus aromas.
El vino tinto es el resultado del proceso al que han sido sometidas uvas de las variedades manto negro y tempranillo. Una vez elaborado, ha soportado temperaturas más altas que el blanco para poder controlar unos colores que adquieren forma definitiva tras la fase de clarificación y filtrado. El último vino de la nueva colección, el rosado, ha sido sometido a un proceso de preparación semejante al blanco. Tras separar el mosto para que pudiera adquirir los colores adecuados, el vino rosado de la bodega Galmés Ferrer ha permanecido a una temperatura de veinticinco grados mientras que los otros dos cultivos no han superado los diecisiete.
A parte de la calidad que puedan tener los vinos por sí mismos, en el caso de estos nuevos productos de la bodega Galmés Ferrer, parte de su atractivo está en el etiquetado. Tres dibujos en acuarela de significativos paisajes mallorquines sirven para identificar a cada uno de los cultivos que ha utilizado para su estreno comercial el joven enólogo Arnau Galmés.
La entrada en escena de los nuevos vinos y el hecho de tener en casa a uno de los contados enólogos que disponen de tal graduación universitaria en Mallorca, comporta un cambio significativo en los esquemas y los objetivos comerciales de una de las bodegas más tradicionales y conocidas de Petra. Can Mec difundirá ahora sus vinos con los apellidos Galmés Ferrer. Es la reconversión de una empresa identificada por sus métodos tradicionales y que dispone de clientes repartidos por toda la isla. Para muchos visitantes de Petra es obligado la parada en el establecimiento que se cobija bajo e campanario de la iglesia parroquial para proveerse de una garrafa de vino casero.
La comercialización del vino en Can Mec se inició de manera formal en trono a 1940, si bien ya se partía de los antecedentes creados por el abuelo del hoy joven enólogo. Guillem Galmés Salas, padre de Arnau, heredó los conocimientos de su progenitor, el cual ya había comenzado a vender los vinos de elaboración casera sobrantes del consumo doméstico. Sin embargo fue Guillem el encargado de comercializar el contenido de los toneles de la casa. El camino hacie el futuro parece garantizado ahora de la mano de Arnbau y sus estudios de viticultura en Requena y posterior garduación en enología por la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona.
