Un gran vino ha de ser capaz de transmitir emociones

U n g r a n v i n o h a d e s e r c a p a z d e t r a n s m i t i r e m o c i o n e s

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Arnau Galmes i Ferrer (25-07- 69) es enólogo de las bodegas Galmés i Ferrer de Petra. Juntamente con Mateu Estelrich forma la sociedad Vinyes i Vins del Pla. Trabaja en Franja Roja de Binissalem y es asesor en otras bodegas de Alaró y Pollenca. Su pasión por el trabajo bien hecho y muchas horas de dedicación han tenido su premio. Recientemente su vino Es Pujol de Maria ha sido reconocido con la medalla de oro en el prestigiosos concurso internacional MUNDUSvini en Alemania.

—Hace unos años los payeses cobraban para arrancar las vides, ahora hay un boom de cellers y vinaters. Que ha cambiado para llegar a esta situación?

—Es un sector que está de moda y Mallorca es el lugar privilegiado para elaborar un vino de altísima calidad capaz de estar en las mejores cartas de vino del mundo.

—Un buen enólogo nace o se hace? 

—El buen enólogo como el buen profesional nace, pero sobre todo se hace, formación, experiencia, son las bases.

—Mallorca tiene cultura del vino? 

—Se palpa una inquietud en adquirir conocimientos sobre el vino y de cada vez hay una mayor demanda en tener una formación enológica y en degustación de vinos. 

—Que prefiere el cuidado de la viña a lo largo del año o el momento de elegir las variedades para elaborar el vino? 

—La elaboración de un vino de gran calidad requiere el control durante todo el año, siendo especialmente importante el que se realiza durante el ciclo vegetativo de la planta ya que condicionamos la composición del fruto, independientemente de la variedad que se trate. 

—¿Qué hace que un vino sea merecedor de una medalla de oro en uno de los más prestigiosos concursos internacionales? 

—Un gran vino ha de ser capaz de transmitir emociones, de descubrir sensaciones y ha de tener la capacidad de hacernos viajar en el espacio y en el tiempo.

—¿Apuesta por una denominación de origen Mallorca? 

—Mallorca es un grano de arena en el mundo, con muchos contrastes, desde el Pla a la Serra, aun así queda claro que Mallorca posee el valor y prestigio de la marca que hay que vender, todo lo demás es perder el tiempo.

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